Donde habita la inocencia: cuentos que nacen de las voces
Entre los sonidos de la Feria del Libro existe un rincón íntimo y poderoso: las Abuelas Cuentacuentos; que narran con ternura y amor, siembran historias para despertar vínculos y memorias. Allí donde comienza un “había una vez” florece algo más que literatura, florece la unión y la esperanza.

Entre el murmullo de los stands, los pasos apurados de aquellos que miran su celular y la muchedumbre, sucede en un rincón de la feria algo distinto, algo en donde no hay luces ni pantallas, tampoco hay correcciones ni apuros.
Solo hay voces suaves y cálidas, un libro abierto y un par de ojos brillantes escuchando. Ahí están ellas: las Abuelas Cuentacuentos.
Perla Quinteros, Marta Osterteag, Rosa Elena Herrera, Ana Lovvecchio, Norma Pérez y Edith Barquet nos dijeron que cuentan cuentos y también entregan y reciben, tejen hilos invisibles en el que los vínculos surgen de los libros y dan paso a la imaginación. Y aunque parezca que vienen a dar su amor y atención, ellas afirman y creen que reciben más de lo que entregan.
Los chicos les devuelven gestos, preguntas inesperadas y abrazos espontáneos, podríamos decir que se genera algo irremplazable: un ida y vuelta de contacto. Y si bien en su voz vive el amor por los libros, todavía tienen la certeza de que leer(les) es una forma de cuidar al otro.

Desde Chaco, el lugar de origen de las Abuelas Cuentacuentos, nos contaron que se sienten queridas y capaces de habitar el afecto a través de la palabra. Por eso, hoy funcionan como una red de voluntarias que no solo narran a niños, sino que llenan de sentimientos lugares como geriátricos, hospitales, campamentos literarios y escuelas secundarias. Entre sus bolsos no solo llevan libros, sino también un deseo profundo de encuentros y vínculos. Por eso, las Abuelas Cuentacuentos no solo “cuentan cuentos”, sino que siembran.
La lectura se vuelve un desafío y se la combate cuando hay un oído dispuesto, un corazón abierto y aquellos ojos curiosos que esperan con emoción un “Había una vez…”
Un cálido agradecimiento a las Abuelas Cuentacuentos: Perla Quinteros, Marta Osterteag, Rosa Elena Herrera, Ana Lovvecchio, Norma Pérez y Edith Barquet por el espacio, que sus historias nos sigan construyendo.
