Estacionar en los tiempos de cólera por Teo Batista
Diez y media de la mañana, mi papá me prestó el auto para ir a cursar, no hay apuro. Su “buena
voluntad” esconde que en realidad quería que lleve a mis hermanos al colegio, pero no es problema,
no hay apuro. En la radio suena “My Girl” de los ‘rolling’; hasta donde sé, no tengo ninguna tarea
pendiente, capaz que sí, pero como no lo sé, no importa, no hay apuro.
El tránsito está -bastaante- ligero, llego bien a la clase de las once. Semáforo del cinco, tardo un
poquito más de la cuenta en salir en verde y ya me cagaron a bocinazos… bueno no importa, todavía
no hay apuro. Ya en la uni me percato que no hay lugar, y no solo no hay lugar, el lugar está colmado,
si se pudieran desbordar los autos se vería así. No importa, avanzo despacio y recorro buscando
espacios vacíos. Rápidamente lo de ir lento y contento tiene que cambiar, el lugar es un campo de
batalla. Yo veo, y sé que usted vio señora del Fiesta Azul que el cartel dice que el límite de velocidad
es de diez kilómetros por hora pero no importa, no hay apuro, aunque espero que nuestros caminos no
se vuelvan a encontrar.
Ya voy dando dos vueltas a la plaza de estacionamiento y nada… no puede ser, pero si yo llegué
temprano… ¿Estaciono afuera? No, no, no, mi papá me mata -“noo que ahí seguro te re chocan el
auto, si son unos bestias para manejar en esa calle” algo así seguro que recibo, más el agregado de que
no me lo presta de nuevo ¿Precipitado? Sí. ¿Posible? Absolutamente, pero no importa, todavía no hay
apu– ¡¿QUÉ?! ¡ONCE Y CUARTO! Laura me mata… ¡No! peor, no me dice nada y no me deja
pasar mientras me mira con esa cara con la que te mira Laura para que sepas bien que te está mirando
con ESA cara con la que te mira Laura.
Ahí se liberó uno, perdón cartel, perdón señora del Fiesta Azul, ahora la entiendo y la compadezco;
me putearán los otros en mi misma situación, pero ese lugar es mío. Bueno ya, auto parado, camino,
avanzo, -cierrrto- que todavía no está la entrada principal, pego la vuelta, camino, avanzo, entro, subo.
Once y media, bueno ha habido situaciones peores, abro la puerta y antes del buen día… – ¿Para llegar
tan tarde mejor no entrar no? Más apuro la próxima.
Texto escrito en 2023, reescrito en 2024 y aceptado/entregado en 2025.