El descubrimiento del fuego fue un hecho que dio un giro a la vida humana. La posibilidad de mantener luz y calor, de reunirnos. Una cualidad que, al hallarla nos abrió a un futuro inesperado.
Cada estudiante alberga en sí eso: la posibilidad de crear, mantener y hacer crecer una cualidad única, capaz de transformar su vida propia y desarrollar un rol social que enriquezca la vida colectiva.
La comunidad estudiantil es un jardín donde la diversidad nos pone en vista diferentes perspectivas de vida, capacidades, identidades, género, historias y orígenes.
Siendo un colectivo en constante crecimiento, intercambio y movimiento nuestra facultad debe garantizar una accesibilidad igualitaria al conocimiento, desde lo humano y técnico a este grupo que permanentemente empuja los límites para trazar puentes que acerquen a otrxs.